Cuando planteamos una reforma en casa, uno de los elementos que suele generar dudas son los radiadores. Desplazar radiadores puede parecer una tarea sencilla, pero implica ciertos desafíos técnicos y estéticos que deben ser considerados. Si buscas una mejor distribución del calor, necesitas liberar espacio en la pared, o quieres mejorar la distribución de muebles, mover un radiador puede tener un impacto significativo en el confort de tu hogar.
¿Cuándo y por qué desplazar un radiador?
Los radiadores son esenciales para mantener nuestro hogar confortable durante los meses fríos, pero en ocasiones su ubicación original no resulta adecuada. Algunos motivos comunes para querer mover un radiador incluyen:
- Renovación del diseño de la habitación: Quizás deseas cambiar la distribución de los muebles y el radiador actual está ocupando un espacio clave.
- Reformas mayores: Cuando llevas a cabo reformas importantes como tirar tabiques, redistribuir habitaciones o cambiar ventanas, la ubicación de los radiadores puede dejar de ser la más conveniente.
- Mejor distribución del calor: Si el radiador está en una esquina fría, su desplazamiento puede mejorar la eficiencia del sistema de calefacción y distribuir mejor el calor en la estancia.
Consideraciones técnicas antes de mover un radiador
Mover un radiador no se trata solo de desconectarlo de un punto y volver a conectarlo en otro lugar. Existen factores técnicos importantes para evitar problemas a corto y largo plazo:
- Sistema de calefacción: El tipo de calefacción que tengas en tu hogar determinará el proceso a seguir. Los radiadores de sistemas de calefacción centralizada requerirán de una mayor planificación para asegurar que la presión se mantenga constante y el funcionamiento no se vea afectado.
- Tubos y conducciones: Mover un radiador implica modificar las tuberías que lo conectan al sistema de calefacción. Esto puede implicar levantar el suelo, abrir paredes o extender las conducciones, algo que debe ser realizado por un profesional para garantizar que no haya fugas y que el radiador siga funcionando adecuadamente.
- Pérdida de eficiencia: Un radiador mal ubicado puede perder eficiencia, afectando el consumo energético de tu vivienda. Para minimizar este riesgo, es importante escoger una nueva ubicación que favorezca la correcta circulación del calor por toda la habitación.
Materiales y costes asociados
Mover un radiador puede tener costes variables, ya que depende de factores como la complejidad de la instalación, la distancia del desplazamiento y el estado de la infraestructura de la vivienda.
- Materiales: Entre los materiales se incluyen tuberías, codos, accesorios de conexión y en ocasiones, piezas decorativas para cubrir o integrar la nueva ubicación del radiador. Dependiendo del tipo de tubería (cobre o multicapa), el precio podría variar considerablemente.
- Mano de obra: El coste de la mano de obra dependerá del trabajo requerido. Por ejemplo, si hay que realizar obra para levantar el suelo o picar la pared, el coste aumentará. Además, en ocasiones será necesario contratar tanto un fontanero como un albañil para hacer la reforma completa.
- Decoración adicional: Una vez desplazado el radiador, puede que necesites repintar o arreglar las zonas que se hayan visto afectadas por la obra, como los agujeros que quedaron en la ubicación original o el nuevo acabado donde se instale.
Pasos para desplazar un radiador
- Planificación: Determina la nueva ubicación del radiador. Lo ideal es ubicarlo en un lugar que no obstaculice la circulación y permita una buena distribución del calor.
- Vaciado del sistema: Antes de realizar cualquier trabajo, deberás vaciar el sistema de calefacción para evitar derrames de agua. Es recomendable dejar este paso en manos de un fontanero, ya que así se garantizará que no haya fugas.
- Desmontaje del radiador: Una vez vacío el sistema, procede al desmontaje del radiador. Es importante retirar el agua residual que pudiera quedar dentro y proteger los elementos para que no sufran daños durante el traslado.
- Modificación de las tuberías: Este paso implica modificar las conducciones existentes. Dependiendo de la distancia del desplazamiento, podría ser necesario alargar las tuberías o crear nuevas conexiones.
- Montaje en la nueva ubicación: Fija el radiador en la nueva pared y asegúrate de que quede bien nivelado. Esto es importante para evitar posibles ruidos durante el funcionamiento del sistema de calefacción.
- Relleno y purgado del sistema: Una vez el radiador esté montado, será necesario rellenar el sistema y purgar el aire acumulado en el radiador para garantizar un funcionamiento eficiente.
Errores comunes al desplazar radiadores
- No purgar el radiador: Tras desplazar un radiador, es fundamental purgarlo para eliminar el aire del sistema.
- Elegir una ubicación incorrecta: Colocar el radiador en una ubicación inadecuada puede hacer que el calor no se distribuya de manera uniforme, lo que afectará la sensación térmica y la eficiencia de la calefacción.
- Intentar mover el radiador sin ayuda profesional: Aunque puede parecer una tarea sencilla, mover un radiador requiere conocimientos técnicos. Dejar este trabajo en manos de un experto garantizará que no haya problemas en el sistema de calefacción y evitará complicaciones.
¿Cómo encontrar al profesional adecuado?
Si has decidido desplazar un radiador, o varios, y necesitas ayuda profesional, contar con una empresa de reformas cualificada es clave para evitar complicaciones y asegurar el éxito del proyecto. En VIP Reformas sabemos lo importante que es para ti encontrar a los mejores profesionales para cualquier reforma en tu hogar, por eso ponemos a tu disposición un buscador de empresas de reformas en toda España, donde puedes solicitar presupuestos de forma gratuita y sin compromiso.