Ya hemos hablado con anterioridad de los sistemas envolventes más comunes para las fachadas de edificios y viviendas unifamiliares. Con este nuevo artículo, queremos explicar en profundidad el sistema SATE o Sistema de Aislamiento Térmico Exterior.
Orígenes del SATE
La historia del Sistema SATE como hoy lo conocemos, entendiendo como tal, el recubrimiento de las fachadas con paneles, no es tan novedosa como podemos creer. De hecho tiene su origen en los años 50 donde ya se empezó a utilizar en Alemania para proteger del frío sus edificios. Poco a poco fue extendiéndose por el resto de Centroeuropa, experimentando un importante auge durante la crisis del petróleo de los años 70, dado que era sumamente importante mantener el calor en las viviendas con el mínimo consumo de calefacción posible.
¿Qué es y en que consiste el Sistema SATE?
Se trata de una superposición de elementos sobre el exterior de la fachada para mejorar el aislamiento térmico del interior de la vivienda o edificio, como su propio nombre indica. Estos elementos no pueden existir los unos sin los otros pues todos forman parte de ese sistema global. Si una de esas capas faltase, el sistema no estaría correctamente realizado. Por tanto, se van añadiendo unos sobre otros hasta llegar a un acabado final decorativo.
Materiales empleados por orden de colocación
- Adhesivo: Ha de ser un mortero adhesivo a base de cemento, específico para pegar las placas aislantes a la base de fachada.
- Placas Aislantes: Los paneles de aislamiento pueden ser de diferentes materiales y densidades en función de la necesidad concreta. Los componentes más frecuentes suelen ser: Poliestinerno expandido (EPS), que conocemos habitualmente como porexpan y que es el más empleado por sus características de resistencia a la humedad, al paso del tiempo, ligereza, precio… Otro de los materiales más usados es el Poliestireno extruido (XPS) que tiene aún mayor capacidad de impermeabilización por su densidad.También pueden emplearse otros materiales como el corcho, lana mineral, fibra de madera…En cuanto al grosor que se ha de emplear en estas placas, dependerá de la zona climática en la que nos encontremos, la orientación del edificio, elementos existentes en la fachada… La anchura de la planchas puede variar desde los 6 cm hasta los 13 cm en las zonas más frías de la península. Se pueden encontrar calculadoras de lo que se denomina transmitancia térmica para determinar el grosor de placa a emplear. Normalmente las propias marcas de placas tienen sus propias calculadoras y existen programas como Ce3x o CERMA que son gratuitos y oficiales, de acuerdo con la normativa a cumplir.
- Anclaje: Sobre las placas se introducen unas fijaciones que sirven para anclar los paneles a la fachada. Son básicamente unos tacos o espigas con un tornillo en su interior que atraviesan la placa.
- Capa Base con mortero de 1 o 2 mm sobre la que se colocará el siguiente elemento.
- Malla de armado. Realizada en fibra de vidrio, sobre la que se aplicará una segunda capa de mortero.
- Acabado final: compuesto generalmente por una imprimación, revoco, pintura o bien aplacados (cerámicos, piedra, ladrillos cara vista…). Su misión será proteger todo el sistema ante los agentes exteriores.
¿Qué normativa debe cumplir el SATE?
Para que un sistema SATE pueda ser certificado es necesario que se empleen todos los materiales que hemos mencionado con anterioridad y además se tiene que ajustar a la normativa correspondiente.
Los SATE se evalúan a través de lo que se denomina ETE (Evaluación Técnica Europea) que son emitidos por los OET, los Organismos de Evaluación Técnica y tienen como misión garantizar el correcto cumplimiento de todos los requerimientos del proceso: desglose de elementos, resistencia al paso del tiempo, al fuego, al viento, acabados...
En España los edificios han de cumplir todo lo que esté marcado en el CTE, Código Técnico de la Edificación, en el que también se recogen y se van actualizando periódicamente, aquellos aspectos que han de contemplar este tipo de obras SATE, como los relacionados con la seguridad contra incendios, el ahorro energético o la salubridad entre otros.
Ventajas y beneficios del sistema SATE
Lógicamente, como ya hemos visto, el objetivo del sistema SATE es aislar térmicamente el interior de los edificios y, con ello, ahorrar energía, lo que supone disminuir los costes de calefacción y aire acondicionado.
Una de sus principales ventanas es que, al ser colocado en el exterior de la fachada, las molestias que se generan durante la obra son mucho menores que las que su produjesen si se tuviese que aislar el edificio desde su interior. Además, el hecho de que el sistema se encuentre en el exterior, implica que no se pierdan metros cuadrados útiles en el interior de los hogares.
Este sistema de rehabilitación de fachadas, además de lograr un aislamiento térmico por el exterior, el SATE también contribuye a insonorizar el interior de las viviendas, así como a protegerlas de humedades, exposición solar...
Ya solo nos queda recomendarte que tanto si en tu vivienda unifamiliar como en tu comunidad de vecinos habéis decidido incorporar un sistema de aislamiento para mejorar la eficiencia energética y con ello contribuir a respetar el medio ambiente, solicítanos presupuesto y nuestros profesionales se encargarán de valorarlo gratuitamente.