Un lavabo pequeño suspendido es una solución perfecta para cuartos de baño en los que no sobra el espacio. La instalación es ligeramente más compleja que la de los lavabos tradicionales, pero sus ventajas hacen que valga la pena. A continuación, vamos a evaluar las ventajas de las instalaciones suspendidas en el cuarto de baño y las características de los lavabos suspendidos.
Qué son los accesorios suspendidos para el baño
Las instalaciones suspendidas en cuartos de baño se refieren a elementos y accesorios que están montados en la pared y no tocan el suelo, dando la apariencia de flotar. Este tipo de instalación es bastante popular en diseño de interiores modernos por sus ventajas estéticas y funcionales. Estos son algunos ejemplos de instalaciones suspendidas:
- Inodoros suspendidos: Los inodoros suspendidos, también conocidos como inodoros de pared, tienen la cisterna oculta en la pared y la taza del inodoro está suspendida en la pared, sin contacto con el suelo. Esto crea un aspecto minimalista y facilita la limpieza del suelo alrededor del inodoro.
- Lavabos suspendidos: Similar a los inodoros, los lavabos suspendidos están montados en la pared y no tienen un pedestal o mueble que llegue hasta el suelo.
- Muebles de baño suspendidos: Estos incluyen armarios y estantes que están montados en la pared, proporcionando almacenamiento sin ocupar espacio en el suelo.
Estas instalaciones no sólo aportan un aspecto moderno y limpio al baño, sino que también ayudan a maximizar el espacio, especialmente en baños pequeños. Sin embargo, requieren una planificación cuidadosa y una instalación profesional, para garantizar que las paredes pueden soportar el peso de los accesorios y que la fontanería está correctamente instalada.
Las ventajas de instalar un lavabo pequeño suspendido
Un lavabo pequeño suspendido puede ofrecer diversas ventajas tanto desde el punto de vista funcional como estético.
- Ahorro de espacio: Este tipo de lavabo es ideal para baños pequeños o aseos donde el espacio es limitado. Al no tener pedestal o mueble que llegue al suelo, ocupa menos espacio, lo que hace que el área parezca más despejada y amplia.
- Limpieza: Un lavabo suspendido facilita la limpieza del suelo, ya que no hay nada que obstruya el paso de la mopa o la escoba. Esto también ayuda a mantener un aspecto ordenado.
- Estilo moderno: Los lavabos suspendidos aportan un toque moderno y minimalista al diseño del baño. Este tipo de instalación crea una apariencia elegante y sofisticada.
- Personalización: Los lavabos suspendidos ofrecen más flexibilidad en cuanto a la altura de instalación. Esto significa que pueden ser colocados a la altura que resulte más cómoda.
- Almacenamiento: Aunque no tienen un mueble debajo, algunos modelos de lavabos suspendidos incorporan un pequeño estante o cajón para el almacenamiento de artículos pequeños. Además, el espacio debajo del lavabo puede ser utilizado para colocar cestas de almacenamiento o incluso una pequeña balda o mueble.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los lavabos suspendidos deben ser instalados correctamente para garantizar que la pared pueda soportar el peso del lavabo, y que la fontanería esté adecuadamente oculta.
La instalación de un lavabo suspendido
La instalación de un lavabo suspendido implica varios pasos y debe ser realizada por un profesional, en términos generales, esta instalación conlleva los siguientes pasos.
- Planificación: Antes de comenzar, debes decidir dónde se ubicará el lavabo y asegurarte de que la pared pueda soportar su peso. Necesitarás tener a mano las conexiones de agua y desagüe. También es importante decidir la altura a la que se instalará el lavabo para un uso óptimo.
- Preparación: Cierra las válvulas de agua, después, mide y marca en la pared los puntos de fijación según las instrucciones del fabricante.
- Instalación de las fijaciones: Realiza los agujeros correspondientes en la pared en los puntos marcados y coloca las fijaciones. Esto puede requerir tacos especiales si la pared es de pladur o algún material similar.
- Conexiones de agua y desagüe: Instala los tubos de suministro de agua y el tubo de desagüe en las ubicaciones correctas, asegurándote de que encajen con las conexiones del lavabo.
- Montaje del lavabo: Coloca el lavabo en la pared, alineándolo con las fijaciones. Asegura el lavabo a la pared con los tornillos proporcionados. Asegúrate de que esté nivelado.
- Conexión del lavabo: Conecta las tuberías de agua caliente y fría al grifo del lavabo, y conecta la tubería de desagüe.
- Comprobación: Abre las válvulas de agua y comprueba que no hay fugas. Asegúrate de que el agua fluye correctamente por el desagüe.
Recuerda que este es un resumen básico del proceso. Las instrucciones específicas pueden variar dependiendo del modelo de lavabo suspendido y de la configuración de tu baño.
En términos generales, se trata de una instalación muy compleja, por lo que es recomendable que sea una persona especializada en este tipo de trabajos quien se encargue de llevarla a cabo. En VIP Reformas te ofrecemos el mejor buscador, para que puedas contactar con profesionales especializados en este tipo de instalaciones.
